Seguramente la mayoría de nuestros lectores pensarán que el título de este artículo no debería ser publicado en las páginas de este diario debido a su alto contenido de violencia semántica y de controversia educativa. Y bien pudiese ser así, de no ser porque la “guerra” que libra Israel sobre Gaza con la anuencia de Estados Unidos (utilizando su perverso “Derecho a Veto” en la Organización de Naciones Unidas), no solo es que lleva dicho nombre, sino como bien lo ha venido señalando Chomsky, es el más grande genocidio que “nación” alguna comete en contra de seres humanos, quienes privados dentro de su propio territorio; si es que podemos llamarle “territorio” a un espacio que apenas supera 350 kilómetros cuadrados para la “convivencia” de casi 1.500.000 palestinos, de los cuales cerca de la mitad son población infantil.
Así, Chomsky en su artículo: “Gaza, la prisión más grande del mundo” (Ultimas Noticias, 18-11-2012) explica, como vemos y leemos en noticias, que el inmisericorde ataque con misiles y una posible intervención militar de Israel contra el pueblo de Gaza no es lo único que preocupa, sino que desde 2006, cuando los palestinos en elecciones libres eligieron a Hamas como su presidente, el gobierno de Israel inició un miserable bloqueo de alimentos y medicinas sobre este pueblo, al permitir solo el ingreso de 67 camiones diarios de provisiones básicas y humanitarias, de los más de 400 (que ya resultaban insuficientes) que ingresaban en Gaza antes de ese año; con el propósito de poner de rodillas al gobierno palestino; al punto que las execrables declaraciones del “señor” Doy Weisglass, asesor del Primer Ministro de Israel, lo comprueban, al afirmar: “la idea es poner a dieta a los palestinos, pero no hacerlos morir de hambre” (artículo citado). Además, continúa Chomsky relatando que de acuerdo con especialistas, 10% de los niños menores de cinco años de Gaza sufren desnutrición.
Existe anemia extendida en casi 60% de los escolares y en más de 33% de madres embarazadas; cifras confirmadas por la acreditada publicación médica “The Lancet”, quien a través de uno de sus médicos ha considerado semejante barbarie como devastadora en todo el sentido biológico y social humano; quienes ni aún en condiciones de extrema gravedad de salud, pueden salir de Gaza para ser tratados en cualquier otro país; es decir, para el gobierno israelí los palestinos no son humanos.
“La mentira sagrada” con la cual Israel y Estados Unidos han profanado sobre suelo árabe, es la misma que Confucio expresó en sus enseñanzas, las mismas controversias que el Código de Manú ha generado para los hindúes, que el Corán explica en sus libros o los cristianos expresan en la Biblia. ¿Cómo un mundo en contra de tales acciones, puede sucumbir ante la voluntad de veto de un país, y otro a punto de iniciar, más temprano que tarde, a partir de un conflicto étnico-religioso; es decir de odio, una guerra de incalculables proporciones?
Para colmo, en el plano local, el gobernador de Nueva Esparta visitó Israel (uno de los países preferidos en sus “giras” anuales) para “traernos” sus adelantos en materia de tecnología de “desarrollo humano”. ¿Acaso son estos “códigos humanos” los cuales pretende el gobernador sean ejemplo para nosotros? ¿Cuál es la razón para que no se diga una palabra sobre lo que hoy ocurre en contra del pueblo palestino? Ciudadano Gobernador: ¿Sobre la operación “Plomo Fundido”, qué opinan usted y su equipo de gobierno? ¿O son parte de la “mentira sagrada”?
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