Porlamar, 04 Jul. AVN.- La Misión Robinson celebra su noveno aniversario en el estado Nueva Esparta con un total de 20.229 patriotas que han cumplido el sueño de ver la luz del conocimiento, de ser incluidos sin importar su condición, edad, sexo o nacionalidad en el sistema educativo.
Este programa le ha dado nuevos horizontes a Alejandro Pérez, uno de los alfabetizados. "Yo andaba en la oscuridad, y en ella estuve durante muchos años, pero demostré mi interés en aprender a leer y escribir. Ahora me siento contento, me siento gente, porque ya puedo ir al banco y firmar."
Este neoespartano logró su proceso de aprendizaje poco a poco. "Esta oportunidad no la hubiese tenido con otros gobiernos. Esto se da gracias a este presidente que tenemos, porque antes a los pobres no se les permitían alcanzar estas metas".
En la actualidad, 1.923 patriotas estudian actualmente en 305 ambientes a lo largo de la entidad. "Este año estimamos graduar a 985 personas en la región insular", sostiene el coordinador regional de Misión Robinson, José Miguel Rosario.
Aprendizaje que abre caminos
En la entidad, el deseo de aprender se impone. "El camino no ha sido fácil, más que nada por tener una gobernación en contra y también algunas alcaldías, como la del municipio Mariño, que no ayudan en el aspecto logístico de proporcionar espacios para la enseñanza. Pero somos guerreros y tenemos esa condición especial de luchar por los objetivos y alcanzar las metas", señala Rosario.
11 coordinadores se suman a 57 supervisores en toda la geografía insular para cumplir una tarea que está lejos de terminar. "La idea es unificar la labor de todas las misiones educativas, Robinson, Ribas y Sucre, en un esfuerzo mancomunado que las conviertan en una sola Misión para Nueva Esparta. Llevar a cabo una labor en conjunto nos dará mayor efectividad, mayor inclusión", explica.
Mientras esa meta se cumple, la labor de los coordinadores y facilitadores y la experiencia de los patriotas de Robinson continúa indetenible en tierra margariteña.
El premio de enseñar
Carlos Acosta es abogado, pero se desempeña como facilitador de la Misión Robinson en el municipio Arismendi y celebra los logros que ha visto gracias a esta iniciativa gubernamental. "Cientos de personas se acercan para culminar su primaria, tantas, que somos el primer municipio libre de analfabetismo de Nueva Esparta. La satisfacción que da es increíble, porque comienzas con un ser que llega sin saber nada, que llega a veces sin las mínimas condiciones para socializar con otras personas, y tiempo después los ves leyendo y escribiendo perfectamente, y ejecutando con enorme facilidad las cuatro operaciones matemáticas".
Sin embargo, la experiencia trasciente el plano numérico y verbal. "Sobre todo, los observas con una sólida formación ética y moral que los cambia de manera inimaginable", relata Acosta.
Nidia Núñez, estadística de Robinson en la entidad, señala que la misión se ha guiado por la brújula de la inclusión en el estado.
"Calle por calle, casa por casa, hemos ido involucrando a los patriotas en los diversos ambientes, donde los camaradas facilitadores llevan adelante esa gran labor de enseñar a leer y escribir para pasar a la Misión Ribas y luego a la Misión Sucre. Esta labor me da mucho orgullo. Conseguir personas que me dicen que ya pueden disfrutar de la lectura es algo muy significativo".
Luis Medina AVN 04/07/2012 14:48
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